Bautismo

Queridos padres, padrinos, madrinas, quedos hermanos y hermanas: ¿qué sucede en el bautismo? ¿Qué esperamos del bautismo? Vosotros habéis dado una respuesta en el umbral de esta parroquia: esperamos para nuestros niños la vida eterna. Esta es la finalidad del bautismo. Pero, ¿cómo se puede realizar esto? ¿Cómo puede el bautismo dar la vida eterna? ¿Qué es la vida eterna?

Se podría decir, con palabras más sencillas: esperamos para estos niños nuestros una vida buena; la verdadera vida; la felicidad también en un futuro aún desconocido. Nosotros no podemos asegurar este don para todo el arco del futuro desconocido y, por ello, nos dirigimos al Señor para obtener de él este don.

A la pregunta «¿como sucederá esto?» podemos dar dos respuestas. La primera: en el bautismo cada niño es insertado en una compañía de amigos que no lo abandonará nunca ni en la vida ni en la muerte, porque esta compañía de amigos es la familia de Dios, en la que ahora el niño es insertado, lo acompañará siempre, incluso en los días de sufrimiento, en las noches oscuras de la vida; le brindará consuelo, fortaleza y luz.

Esta compañía, esta familia, le dará palabras de vida eterna, palabras de luz que responden a los grandes desafíos de la vida y dan una indicación exacta sobre el camino que conviene tomar. Esta compañía brinda al niño consuelo y fortaleza, el amor de Dios incluso en el umbral de la muerte, en el valle oscuro de la muerte. Le dará amistad, le dará vida. Y esta compañía, siempre fiable, no desaparecerá nunca. Ninguno de nosotros sabe lo que sucederá en el mundo, en Europa, en los próximos cincuenta, sesenta o setenta años.

Pero de una cosa estamos seguros: la familia de Dios siempre estará presente y los que pertenecen a esta familia nunca estarán solos, tendrán siempre la amistad segura de Aquel que es la vida.

Así hemos llegado a la segunda respuesta. Esta familia de Dios, esta compañía de amigos es eterna, porque es comunión con Aquel que ha vencido a la muerte, que tiene en sus manos las llaves de la vida. Estar en la compañía, en la familia de Dios, significa estar en comunión con Cristo, que es vida y da amor eterno más allá de la muerte.

Y si podemos decir que amor y verdad son fuente de vida, son la vida -y una vida sin amor no es vida-, podemos decir que esta compañía con Aquel que es vida realmente, con Aquel que es el Sacramento de la vida, responderá a vuestras expectativas, a vuestra esperanza. Sí, el bautismo inserta en la comunión con Cristo y así da vida, la vida Ahora, después de la bendición del agua, seguirá un segundo diálogo, de gran importancia. El contenido es este: el bautismo -como henos visto- es un don, el don de la vida. Pero un don debe ser acogido, debe ser vivido. Un don de amistad implica un «sí» al amigo e implica un «no» a lo que no es compatible con esta amistad, a lo que es incompatible con la vida de la familia de Dios, con la vida verdadera en Cristo…

Queridos padrinos y madrinas, queridos padres, queridos hermanos, demos gracias hoy al Señor porque Dios no se esconde detrás de las nubes del misterio impenetrable, sino que, como dice el evangelio, ha abierto los cielos, se nos ha mostrado, habla con nosotros y está con nosotros; vive con nosotros y nos guía en nuestra vida. Demos gracias al Señor por este don y pidamos por nuestros niños, para que tengan realmente la vida, la verdadera vida, la vida eterna.

Homilía del papa Benedicto XVI en la Fiesta del Bautismo del Señor (8 de enero de 2006)

ORDEN DE LA CELEBRACIÓN



(I) RITO DE ACOGIDA: Saludo y diálogo inicial, Plegaria de los padres, Signación, Oración.



(II) LITURGIA DE LA PALABRA: Lecturas, Homilía, Oración de los fieles, Letanía, Unción prebautismal.


(III) LITURGIA DEL SACRAMENTO: Bendición del agua, Renuncias y profesión de fe, Bautismo, Unción con el Santo Crisma, Imposición del vestido blanco, Entrega del cirio encendido.



(IV) CONCLUSIÓN DEL RITO: Padrenuestro, Bendición final

SALUDO Y DIÁLOGO INICIAL

   

CELEBRANTE: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


Os presentáis aquí, entre nosotros, reunidos hoy en celebración festiva, con un niño en brazos. Eso significa que queréis formar parte de nuestra Iglesia; para vuestros hijos eso solo es el inicio, para vosotros, un reafirmar la fe, o quizás un retorno a ella, una conversión. Les acogemos con gran gozo. Bienvenidos al seno maternal de la Iglesia, y al seno paternal del Dios Padre por nuestro Señor Jesucristo.


¿Qué nombre habéis elegido para estos niños?


PADRES: (los padres dicen el nombre del niño en voz alta.)


CELEBRANTE: ¿qué pedís a la Comunidad Cristiana para vuestros hijos?


PADRES: el bautismo.


CELEBRANTE: al pedir el bautismo para vuestros hijos, ¿sabéis que os obligáis a educarlos en la fe, para que estos niños amen al Señor y al prójimo, como Cristo nos enseña en el Evangelio?


PADRES: sí, lo sabemos.


CELEBRANTE: Y vosotros, padrinos, estáis dispuestos a ayudar a sus padres en esta tarea?


PADRINOS: sí, estamos dispuestos.


 

PLEGARIA DE LOS PADRES

Señor, tú nos has dado estos hijos.
Has puesto en nuestras manos estas vidas
que ahora empiezan.
Recibe nuestro gesto de presentación
en el que te damos gracias por tu bondad.

Aquí tienes a nuestros hijos,
míralos con amor de Padre,
abre ante ellos los caminos que conducen a ti.
Ayúdanos a todos a acompañar y
servir su crecimiento, día a día.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

SIGNACIÓN

CELEBRANTE: N, N,... Como sus padres les recibieron en la familia, la comunidad cristiana les acoge hoy con gran alegría. Yo, en su nombre, les hago la señal de la cruz en la frente, para que la lleven siempre en sus corazones. Después de mí también vosotros, padres y padrinos, les haréis la misma señal de la redención de Jesucristo.

 

ORACIÓN

Cristo, Señor nuestro, por tu muerte hemos nacido a tu misma vida para gloria del Padre. Padre, quédate con nosotros, para que estos niños vean que tú eres nuestro Padre y que para ti vivimos y viviremos siempre. Quédate con nosotros, para que estos niños sigan a Jesucristo, amigo, compañero y hermano. Quédate con nosotros, para que estos niños se sientan fuertes con tu fuerza. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

   

 

Como en toda celebración cristiana, escucharemos ahora la Palabra de Dios. Nos hablará de la vida nueva que Dios nos ofrece siempre y que hoy derramará sobre estos pequeños.

Escuchemos con atención.

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS GÁLATAS (3, 26-29)

 

Hermanos:
Todos sois hijos de Dios
por la fe en Cristo Jesús.
Los que os habéis incorporado a Cristo por el Bautismo
os habéis revestido de Cristo.
Ya no hay distinción entre
judíos y gentiles,
esclavos y libres,
hombres y mujeres,
porque todos sois uno en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL

 

El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?

 

El Señor es mi luz y mi salvación.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por todos los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor
contemplando su templo.

 

El Señor es mi luz y mi salvación.

Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio.

El Señor es mi luz y mi salvación.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
-Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

El Señor es mi luz y mi salvación.

 

EVANGELIO

 

CELEBRANTE: El Señor esté con vosotros.

 

TODOS: Y con tu espíritu.

 

CELEBRANTE: Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo.

 

TODOS: Gloria a Ti, Señor.

 

En aquel tiempo, acercándose Jesús a os once discípulos les dijo: -Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de doso los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

 

CELEBRANTE: Palabra del Señor.

 

TODOS: Gloria a Ti, Señor Jesús.

 

HOMILÍA.

ORACIÓN DE LOS FIELES

   

 

CELEBRANTE: Oremos ahora, hermanos, al Padre bueno del cielo por estos niños que hoy recibirán la gracia del bautismo, por sus padres y padrinos, y por toda la humanidad.

 

1. Para que el bautismo haga que estos niños vivan como hijos de Dios, y el Señor los llene de su ternura y de su favor. ROGUEMOS AL SEÑOR.

TODOS: Te rogamos, óyenos.

 

2. Para que ayudados por la palabra y el ejemplo de sus padres y de la comunidad cristiana crezcan como miembros activos de la Iglesia. ROGUEMOS AL SEÑOR.

TODOS: Te rogamos, óyenos.

 

3. Para que cumplan el mandamiento de Jesús y permanezcan siempre en su amor y en la práctica del Evangelio. ROGUEMOS AL SEÑOR.

TODOS: Te rogamos, óyenos.

 

4. Para que todos los que sufren paro, hambre, enfermedades, marginación, etc. encuentren en nosotros solidaridad y ayuda. ROGUEMOS AL SEÑOR.

TODOS: Te rogamos, óyenos.

 

5. Para que todos los que hoy compartimos esta celebración renovemos la gracia de nuestro bautismo y vivamos según nuestra fe. ROGUEMOS AL SEÑOR.

TODOS: Te rogamos, óyenos.

LETANÍA Y UNCIÓN PREBAUTISMAL

 

 

 

LETANÍA

 

La familia de los cristianos tenemos unos miembros gloriosos e insignes: son la Virgen María y todos los santos y santas. Ellos nos enseñan cómo es posible corresponder a la gracia del bautismo. Ahora los invocamos pidiendo su intercesión a favor de sus hermanos que somos nosotros y estos niños. Contestaremos: ruega pos nosotros.

 

- Santa María, Madre de Dios.

 - San José, esposo de la Virgen.

- San Juan Bautista.

- San Esteban

- Santos Apóstoles Pedro y Pablo.

- San Francisco de Asís.

- San Ignacio de Loyola.

- San Francisco Javier.

- Todos los Santos y Santas de Dios.

 

 

CELEBRANTE: Dios todopoderoso y eterno, que has enviado a tu Hijo al mundo, para librarnos del dominio de Satanás, espíritu del mal, y llevarnos así, arrancados de las tinieblas al Reino de tu luz admirable; te pedimos que estos niños, lavados del pecado original, sean templo tuyo, y que el Espíritu Santo habite en ellos. Por Cristo nuestro Señor.

TODOS: Amén.

 

UNCIÓN PREBAUTISMAL

CELEBRANTE: Tú les has dado oídos para oír y ojos para ver; bendice la boca de estos niños para que aprendan a reír y a hablar sin temor y sin falsedad; bendice sus manos para que puedan hacer el bien a favor de todas las personas que encuentren a lo largo de sus vidas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

TODOS: Amén.

 

Unción con óleo en el pecho.

CELEBRANTE: Para que el poder de Cristo Salvador te fortalezca, te ungimos con este óleo de salvación en el nombre del mismo Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos.

TODOS: Amén.

LITURGIA DEL SACRAMENTO

 

 

 

MONICIÓN

Llegamos ya al momento de la celebración del bautismo. En primer lugar, rogaremos a Dios que llene con su amor y con su gracia a estos pequeños, mediante la acción del agua. Después, padres y padrinos manifestarán su compromiso de ayudar a estos niños a crecer en el camino del Evangelio, renunciando a todo lo que está contra él y afirmando la fe. Y, a continuación, celebraremos el bautismo, que es el don de Dios que llena de su vida y de su amor a estos niños.

 

 

BENDICIÓN DEL AGUA

 

CELEBRANTE: Bendigamos a Dios, respondiendo a cada una de las invocaciones diciendo: Bendito seas por siempre, Señor.

 

- Bendito seas Dios Padre, porque has creado el agua que nos purifica y nos da vida.

- Bendito sea, Dios Hijo único del Padre, Jesucristo, porque de tu costado abierto hiciste brotar agua junto con la sangre, para que de tu muerte y resurrección naciera la Iglesia.

- Bendito seas, Dios Espíritu Santo, porque ungiste a Cristo bautizado en las aguas del Jordán, para que nosotros seamos bautizados en ti.

 

Y ahora, responded a cada plegaria diciendo: Escúchanos, Señor.

 

- Escúchanos, Señor, Padre único, y santifica esta agua, creación tuya, para que los bautizados en ella queden limpios de pecado y renazcan a la vida de hijos de Dios.

- Santifica esta agua, creación tuya, para que los bautizados por ella en la muerte y resurrección de Cristo, respondan a la imagen de ti Hijo.

- Santifica esta agua, creación tuya, para que el Espíritu Santo dé la vida nueva a tus elegidos y sean miembros de tu pueblo santo.

 

 

RENUNCIAS Y PROFESIÓN DE FE

Queridos padres y padrinos: bautizar un niño no puede quedarse sólo en un rito o una ceremonia. Sin duda es una fiesta por su nacimiento y una oración para que Dios vele por ellos y los proteja; pero es al mismo tiempo una promesa y un compromiso por nuestra parte. Estos niños están ahora en nuestras manos: gran parte de su futuro dependerá de lo que nosotros hagamos.

 

Por eso, ahora afirmamos con fe, en voz alta, este compromiso que sentimos o deberíamos sentir en nuestro interior.

 

CELEBRANTE: ¿Renunciáis a toda forma de abuso, hipocresía, egoísmo o desprecio hacia los demás?

 

PADRES Y PADRINOS: Sí, renuncio.

 

CELEBRANTE: ¿Renunciáis a desentenderse de las injusticias y de las necesidades de las personas por cobardía, pereza, comodidad o interés personal?

 

PADRES Y PADRINOS: Sí, renuncio.

 

CELEBRANTE: ¿Renunciáis a tener como primer objetivo en la vida el afán de dinero, de placer o bienestar propio; esto es, renunciáis a pensar tan sólo en vosotros mismo, olvidándoos del prójimo y de Dios?

 

PADRES Y PADRINOS: Sí, renuncio.

 

CELEBRANTE: ¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?

 

PADRES Y PADRINOS: Sí, creo.

 

CELEBRANTE: ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?

 

PADRES Y PADRINOS: Sí, creo.

 

CELEBRANTE: ¿Creéis en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?

 

PADRES Y PADRINOS: Sí, creo.

 

CELEBRANTE: Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.

 

TODOS: Amén.

 

BAUTISMO

 

CELEBRANTE: ¿Queréis, por tanto, que N. sea bautizado en la de la Iglesia que todos juntos acabamos de profesar?

 

PADRES: Sí, queremos.

 

CELEBRANTE: N., yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

RITOS COMPLEMENTARIOS

 

 

MONICIÓN: 

 

Hemos celebrado ya el bautismo de estos niños. Ellos inician hoy un camino, reciben una vida nueva. En la antigüedad, cuando un rey iniciaba su mandato, era ungido con aceite para indicar así su dignidad; en Israel también eran ungidos los profetas que recibían una misión. Ahora ungiremos tambien nosotros a estos niños para expresar su dignidad de cristianos, y la misión que se les confía de continuar la obra de Jesucristo.

 

Después serán revestidos con un vestido blanco, para destacar esa vida nueva que hoy empiezan a vivir.

 

Y, finalmente, encenderemos para cada uno de ellos un cirio. Tomarán la luz de la llama del cirio pascual, este cirio que nos ilumina a todos, recordándoles a Jesucristo, luz del mundo. Que Él ilumine a estos recién bautizados a lo largo de toda su vida.

 

ritos complementarios

UNCIÓN CON EL SANTO CRISMA

 

CELEBRANTE: Dios todopoderoso, Padre nuestro Señor Jesucristo, que os ha liberado del pecado y dado nueva vida por el agua y el Espíritu Santo, os consagre con el crisma de la salvación para que entréis a formar parte de su pueblo y seáis para siempre miembros de Cristo, sacerdote, profeta y rey.

 

TODOS: Amén.

 

 IMPOSICIÓN DE LA VESTIDURA BLANCA

 

CELEBRANTE: N. y N. sois ya nueva creatura y habéis sido revestidos de Cristo. Esta vestidura blanca sea signo de vuestra dignidad de cristianos. Ayudados por la palabra y el ejemplo de los vuestros, conservadla sin mancha hasta la vida eterna.

 

TODOS: Amén.

 

ENTREGA DEL CIRIO

 

Uno de cada familia (por ejemplo el padre o el padrino) enciende la vela del niño en el cirio pascual.

 

CELEBRANTE: A vosotros, padres y padrinos, se os confía acrecentar esta luz. Que vuestros hijos, iluminados por Cristo, caminen siempre como hijos de la luz. Y perseverando en la fe, puedan salir con todos los Santos al encuentro del Señor.

 

TODOS: Amén.

CONCLUSIÓN DEL RITO

   

 

PADRE NUESTRO

 

Acabamos ya esta celebración. Y la acabaremos diciendo juntos la oración que Jesucristo nos enseñó para dirigirnos a Dios nuestro Padre: el padrenuestro. Ahora, estos niños, no pueden todavía recitarlo. Pero pronto lo han de aprender, porque vosotros, sus padres, se lo enseñaréis y así podrán rezarle a Dios como Jesús nos enseñó. Por eso, ahora, en nombre de estos niños, llenos de fe, decimos juntos:

 

Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.

Amén.

 

BENDICIÓN FINAL

 

CELEBRANTE: El Señor todopoderoso, por su Hijo, nacido de María la Virgen, bendiga a estas madres y alegre su corazón con la esperanza de la vida eterna, alumbrada hoy en sus hijos, para que del mismo modo que le agradecen el fruto de sus entrañas, perseveren con ellos en constante acción de gracias. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

TODOS: Amén.

 

CELEBRANTE: El Señor todopoderoso, dispensador de la vida temporal y la eterna, bendiga a estos padres, para que junto con sus esposas sean los primeros que, de palabra y obra, den testimonio de la fe ante sis hijos, en Jesucristo nuestro Señor.

 

TODOS: Amén.

 

CELEBRANTE: El Señor todopoderoso, que nos ha hecho renacer a la vida eterna por el agua y el Espíritu Santo, bendiga a estos fieles, para que, siempre y en todo lugar, sean miembros vivos de su pueblo; y conceda la abundancia de su paz a todos los aquí presentes, en Jesucristo nuestro Señor.

TODOS: Amén.

 

CELEBRANTE: La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.

 

TODOS: Amén.